Joven inquebrantable, no les pone límite a sus sueños porque sabe que el fracaso no existe, que busca la grandeza, que no tiene la vida que le tocó, tiene la vida que quiere. Comprende que nada es permanente: ni los errores, ni los miedos, sabe que nadie le puede robar sus sueños. Conquista y coloniza, construye con sus labios lo que quiere ver con sus ojos. No suspira por las cosas, se esfuerza por ellas, arranca la ira, deja la necedad, sabe mucho, pero hace más. Es constante y perseverante, usa sus talentos y dones, no pierde su tiempo, eleva sus estándares, acepta sus errores, pero no se encadena a ellos, no se detiene por las opiniones de los demás. Es ordenada, disciplinada, no tienen vista, tiene visión, se cae y se levanta. Convierte el no en sí, escribe hoy con hechos lo que quiere leer de ella mañana. Está probada en fuego y dolor, ha llorado y ha sufrido, no se guarda las heridas, no se venga ni castiga. Perdona, sirve, ama, no sube sola a la cima.