Hay un lugar en nuestra historia donde todo parece perdido, donde el corazón ha buscado amores que no llenan y ha entregado su valor a personas o relaciones que no estaban destinadas a tener ese lugar. Hemos llamado “señor” —como lo hizo Israel en Oseas 2:16— a lo que solo debíamos amar con libertad, rindiendo nuestra identidad a quien no debía tener dominio sobre nosotras. En vez de amar, nos hemos sometido emocional o espiritualmente, dando más poder del que debían tener. Ese es el Valle de Acor, el valle del dolor, la confusión y la desilusión.
Pero allí —justo allí— Dios promete abrir una puerta de esperanza. Oseas 2:15-16 nos recuerda que llegará el día en que ya no llamaremos Baal (mi señor), sino Ishí (mi marido). Ese cambio de nombre refleja una transformación profunda: ya no viviremos como esclavas del rechazo, la dependencia o los afectos que nos hieren, sino como mujeres restauradas, amadas, seguras en el amor de Aquel que no falla.
A ti que has buscado pareja pensando que eso llenaría tu vacío, te digo con amor: deja que tu primer Ishí sea Jesús. Solo cuando te sabes plenamente amada por Él, sabrás cómo amar sin perderte… y ser amada sin conformarte.
Querida joven,
Quizás hoy te sientes frustrada, cansada o con ganas de rendirte porque los obstáculos parecen más grandes que tu fuerza. Pero quiero recordarte que no estás sola. Dios te ha llamado con un propósito eterno, y aunque el camino a veces se llena de desafíos, Su gracia es suficiente para sostenerte.
No permitas que el miedo, la duda o los errores del pasado te detengan. Dios no llama a las perfectas, llama a las dispuestas. El enemigo quiere distraerte, pero tú tienes una misión: avanzar con los ojos puestos en Jesús.
La Palabra te anima con esta verdad:
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.”
— 2 Timoteo 2:22
Corre hacia lo que edifica tu fe. Rodéate de quienes también buscan agradar a Dios. No estás atada a tu historia, sino impulsada por tu destino en Cristo. Sigue firme, que el cielo celebra cada paso que das hacia tu propósito.
Aunque el proceso duela y a veces parezca lento, Dios está trabajando en ti. Lo que hoy parece un obstáculo, mañana será testimonio de Su fidelidad. No te detengas, Él va contigo.
Con amor,
Avivadas Por Su Gracia
Querida joven, en un mundo lleno de voces, no olvides escuchar la más importante: la de Dios. Las decisiones que tomas hoy forman el camino que caminarás mañana. No te apresures, no decidas por presión o emoción. Tómate el tiempo para orar, buscar consejo sabio y esperar en el Señor.
Dios no está lejos ni en silencio; Él desea guiarte. Cuando lo reconoces en cada paso, Él promete dirigir tu camino con amor y sabiduría. Recuerda: no se trata únicamente de elegir lo que parece bueno o lo que tus emociones te indican en el momento. Se trata de discernir y elegir aquello que está alineado con la voluntad de Dios para tu vida. Las emociones son pasajeras, pero las decisiones tomadas con sabiduría y dirección divina dejan frutos duraderos. Recuerda: no se trata únicamente de elegir lo que parece bueno o lo que tus emociones te indican en el momento. Se trata de discernir y elegir aquello que está alineado con la voluntad de Dios para tu vida. Las emociones son pasajeras, pero las decisiones tomadas con sabiduría y dirección divina dejan frutos duraderos.
Con amor,
Avivadas Por Su Gracia