Agosto 22, 2024
Amada mía, acepta cada día exactamente como venga. Y no me refiero solo a las circunstancias del día sino también a la condición de tu cuerpo. Tu responsabilidad es confiar absolutamente en mí, reposando en mi soberanía y fidelidad.
Es probable que de vez en cuando sientas que tus circunstancias y tu condición física están desequilibradas. Las exigencias a las que tienes que responder parecen ser mayores que tus fuerzas. Cuando esto sucede, se te presentan dos alternativas: rendirte o descansar en mí. Aunque por error optes por la primera alternativa, yo no te rechazaría. Porque puedes volver a mí en cualquier momento; en ese caso, yo te ayudaré a salir del fango del desaliento. Te infundiré mi fuerza momento a momento, dándote todo lo que necesitas para este día. Confía en mí, descansando en mi Presencia que te fortalece.
Agosto 14, 2024
Yo me reúno contigo en la quietud de tu alma. Es allí donde te busco. Una persona que es sensible a mi Presencia es excepcionalmente preciosa para mí. Mis ojos recorren el mundo buscando los que tienen un corazón que me busque. Yo te veo tratando de encontrarme; nuestra búsqueda mutua dará como resultado un gozo completo.
La quietud del alma es algo que se está perdiendo más y más en este mundo adicto a la velocidad y al ruido. Por eso, si deseas crear un espacio de quietud donde tú y yo podamos encontrarnos, eso me complace sobremanera. Que las dificultades para alcanzar esta meta no te desalienten. Yo monitoreo todos tus esfuerzos y me siento bendecido por cada uno de tus esfuerzos para ver mi rostro. (Zacarías 2:13, 2 Crónicas 16:9)
Julio 31, 2024
El mal es real, y en un momento u otro la mayoría de nosotros nos hemos preguntado por qué Dios no se acerca y lo detiene. A veces lo hace, pero no siempre, y la Biblia dice que el mal es un misterio que no entenderemos completamente hasta que lleguemos al cielo. Mientras tanto, Dios nos llama a confiar en Él y tener confianza en Su amor, sin importar las circunstancias.
Tal vez alguien a quien amas tiene cáncer, o acaba de perder su trabajo, o está lidiando con un hijo pródigo, o... la lista de formas en que el mal se cruza con nuestra vida diaria es interminable. Puede surgir amargura y enojo, pero no permitas que esas emociones abran una brecha entre tú y Dios. Eso no te hará ganar nada y, a la larga, solo te destruirá. En cambio, que tu actitud sea la del salmista: “Pero en cuanto a mí, es bueno estar cerca de Dios. He puesto al Señor Soberano por mi refugio” (Salmo 73:28). Pídele a Dios que te ayude a confiar en Él incluso cuando el camino sea oscuro.
Oración para hoy
Señor, Creo, ¡ayúdame a vencer mi incredulidad! (Marco 9:24). Hay tantas cosas que simplemente no entendemos sobre cómo resulta la vida a veces. Protege nuestros corazones del peligro del desánimo que a veces puede convertirse en duda. Ayúdanos a permanecer firmes en nuestra fe y a permanecer seguros de que lo que nos has dicho es verdad.
Junio 28, 2024
Cada madre tiene sus miedos, ansiedades y luchas, pero todas deseamos ser la mejor madre, la que nuestros hijos necesitan. Esas cargas y temores muchas veces nos consumen y crean ansiedad dentro de nosotras. En esos momentos vuelve tu mirada a Dios, Él te ayudará a tener éxito como mamá, te dará su gracia cada vez que la necesites. La gracia es el poder de Dios que nos capacita para hacer con facilidad lo que no podríamos hacer por nosotras mismas, su gracia te ayuda a reconocer que Él tiene el control, que Él sabe lo que tus hijos necesitan y que los ama mucho más de lo que tú los amas. Intentar ser la madre perfecta siempre te traerá desánimo, culpa y cansancio. Todas sabemos que ser madre es un trabajo glorioso, pero puede convertirse en una tarea extenuante. Cuando suena la alarma cada mañana necesitas a Jesús, Él es la fuerza detrás de cada tarea, necesitas que su luz brille a través de ti. Necesitas su fuerza, su sabiduría, su gozo, su paz, su amor porque de la abundancia de lo que recibes de Él puedes dar a manos llenas a tus hijos. Necesitamos que Jesús sea nuestra constante en los altibajos de la maternidad. Cada vez que te sientas preocupada, recuerda y piensa en esta verdad. “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9).
Enero 5, 2024
Levántate como madre guerrera con fuerza renovada, con una visión fresca, con valentía, sobre todo, con una gran compasión producto del amor que Dios ha puesto en tu corazón. Dios quiere posicionar a las madres para liberar consuelo, sanidad y libertad. Muchas han llorado por sus hijos, muchas ya no saben qué hacer, pero Dios honrará sus oraciones. Dios está invitándote a ser parte de su plan redentor, está abriéndote paso hacia la victoria a medida que el Espíritu Santo te guía y te dirige. El apóstol Pablo dijo: “Peleen la buena batalla, terminen la carrera, mantengan la fe”. A medida que lo hagas, Dios te situará en un lugar de honor y victoria. ¡Di sí a esta invitación, ponte de pie y lucha”. Ana, sin duda, es uno de los símbolos bíblicos más conmovedores de la oración agonizante de una madre por un hijo (Leer 1 Samuel 1:12-18). Las mujeres como Ana tienen una fe que vence la esterilidad en sus hijos porque viven confiadas en el Señor y en su fidelidad para revertir los planes del enemigo, ya que nada haya imposible para Dios. Son bendecidas con un corazón fuerte y confiado, ellas habitan en Dios, lo que significa permanecer, quedarse, hacerle una morada. Y la recompensa de habitar en Él está escrito en Juan 1:7: “Si permanece en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se le concederá”. Dios te ha equipado para cumplir la misión que te está entregado y te está posicionando para sembrar oraciones en tus hijos, para que entren en su mejor temporada. Querida amiga, nuestros hijos y nietos pueden ser la respuesta a un mundo que necesita libertad, sanidad, paz y salvación. Como lo hizo Ana, en este tiempo, nosotras debemos sintonizarnos con lo que Dios está hablando y prepararnos para dar a luz a sus propósitos en nuestras generaciones. Esto solo puede lograrse a través de la intimidad con Él, en oración. Así como Dios cumplió sus promesas con Ana. Él cumplirá su Palabra con nosotras en esta temporada y no permitirá que ninguna de sus palabras caiga a tierra. ¿Quieres que Dios lo haga? Él es fiel a sus promesas. ¿Confías en que sucederá? Entonces levántate, ponte de rodillas y comienza a orar y declara el destino de tus hijos y nietos. Hay un precio que pagar, pero cada uno de ellos será el Samuel de este tiempo.
Septiembre 20, 2023
Echa una mirada sincera a tu vida. ¿Te sientes llena y completa, o sientes que te falta lago? Si estás consciente de un vacío, ¿Qué estás utilizando para tratar de llenarlo? ¿Las relaciones con familiares y amigos? ¿O has optado por alcanzar logros, con la esperanza de que estos te hagan sentir importante? Quizás estés usando una sustancia o una actividad de algún tipo para calmar tu dolor.
Jesús conoció a una mujer que tenía un gran vacío en su alma. Anhelaba una relación sana, pero había sido rechaza una y otra vez (Juan 4:7-30). En aquellos días, un hombre podía divorciarse de su esposa por el mero hecho de que ella lo disgustara de alguna manera. La mujer samaritana había sufrido este rechazo cinco veces, y ahora estaba buscando llenar su alma con un hombre que no era su esposo.
Es probable que ella solo tratara de ocultar su dolor para que la gente no se diera cuenta, pero cuando el Señor se encontró con esta mujer en el pozo y le dijo todo lo que ella había hecho, sus días de secretos habían terminado. Por fin había encontrado a quien podría traer llenura a su vida. Antes de que tú puedas llenar el vacío que hay en tu alma, debes permitir que la mirada tierna de Cristo penetre en las profundidades de tu corazón, y te revele la causa fundamental de tu vacío.
Fuimos creadas para Dios. Todas las otras búsquedas son sustitutos inadecuados, y nunca nos darán la satisfacción permanente que estamos buscando.
La vida es capaz de derrotarnos, dejándonos agotadas y desilusionadas. Pero cuando damos a Jesucristo acceso pleno a nuestros corazones, nos llena de su amor incondicional.
Mayo 3, 2023
Yo estoy aquí, amada mía, estoy acariciando y contemplando tu dependencia de mí. Tu eres importante, eres escogida, apartada. No temas. Yo estoy contigo como el Señor de los ejércitos celestiales. No te dejes intimidad por ninguna persona o circunstancia. Mi gracia te basta, el triunfo está seguro porque soy tu Redentor y vivo para sostenerte con mi amor. No te inquietes por el futuro o por las circunstancias que puedan venir. Deja de escuchar las voces que bloquean las arterias de la gracia, estoy haciendo un baipás para que fluya mi perdón, y mi gracia. Los cautivos serán libres, yo traigo libertad en tu hogar. Yo te estoy llamando a que pienses en un “trono de guerra”, que empuñes la espada del Espíritu que hoy pongo en tu mano, y pelees la buena batalla de la fe. Esta espada de doble filo y poder, cuya cabeza no es más que el León de Judá. Mis caminos no son tus caminos, los míos son mejores. Y si te entregas a mí, haré que el enemigo y lo que usó para destruirte, sea destruido porque yo te he llamado mi hija, y te he amado con amor eterno, mía eres, y nada te puede separar de mi mano. Recuerda que yo haré todo lo que te he prometido, cumpliré en esta hora todo lo que mi Palabra dice.