Ezequiel 3:9

                                                Diciembre 3, 2020

La pornografía es una de las tácticas más insidiosas del enemigo para destruir las vidas de los jóvenes hoy en día. Y debido a que se puede obtener haciendo dos veces “clic” en la internet, su acceso es demasiado fácil. Este terrible hábito comienza poco a poco, plantando una semilla en la mente, que crece y se convierte en algo insidioso. Entonces una persona se siente llevada hacia la pornografía y la busca. Los que la practican, se vuelven herméticos, poco comunicativos y no son sinceros con el Señor. La risa sincera ha desaparecido. Sus ojos están cubiertos por un manto de ceguera y no pueden ver la verdad. Detrás de cada pensamiento lujurioso hay un espíritu seductor que quiere apartar a la víctima de las cosas de Dios, y llevarla hacia el mal y la inmundicia que trae destrucción. Y continuará esperando silenciosamente para surgir en un momento de debilidad. Viene directamente del infierno con el propósito de atraparte y destruir tu vida. Si permites que tus ojos vean esas imágenes o que tus oídos escuchen diálogos sugestivos, eso te contamina la mente. Te acostumbras a eso, y serás susceptible a que una atadura del enemigo se implante en tu alma. Jesús dice que se peca con solo mirar (Mateo 5:28). Pero también dio la solución. “Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno” (Mateo 5:29). Eso quiere decir qué si aparece algo en la televisión con contenido sexual, apaga el televisor.  Tal vez sea el computador o quizá el teléfono, sal inmediatamente de esa página. Que tu reacción sea instantánea. No permitas que el enemigo gane una fortaleza en tu alma. Hay un espíritu malo detrás de todo lo que es sexualmente explicito. Es por eso qué a menos que ya hayas sido afectada, vas a retroceder cuando veas algo que siquiera se asemeje a la pornografía. 

Dios te dice: hija mía, guárdate contra la maldad del espíritu de Belial que está inundando este tiempo presente de obscenidades y suciedad sexual. Sigue mis instrucciones de no participar en lo que es vil y perverso, y niégate a mirar lo que es malo. Mantente firme contra los malos que en su arrogancia persiguen a mis hijas que son débiles e indefensas y las capturan para que sigan los malvados deseos de sus corazones. Ellos permanecen a la espera en las esquinas y tienden emboscadas a las inocentes, como el león está a la espera para agarrar a los indefensos y arrastrarlos a su red. Sus víctimas son aplastadas y derribadas, y caen bajo su fuerza. No olvidaré a los indefensos y veré las angustias de los afligidos, porque seré un Padre para los huérfanos y llamaré al malvado a rendir cuentas de su maldad. 

(Salmos 101:3-4, 10:2, 8-15) 

                                               Noviembre 11, 2020

Una relación está rota y es obvio que la responsabilidad no es tuya, sino de la otra persona. Te ha traicionado, no ha sido responsable o ha ofendido de alguna manera. Pero es una relación muy importante y eres consciente de su valor. Hablo de ese dolor que supone perdonar al padre que en tu infancia acercó más sus labios a la botella que a tus mejillas, hablo del sufrimiento que tragaste todas tus razones, sus palabras han sido tan hirientes. Seguro que tu alma sabe de lo que hablo. ¿Puedes imaginarte la presión a la que estaba siendo sometido Jesús? El Padre le estaba revelando a Jesús el tipo de dolor que debería soportar para salvar nuestra relación, le mostró el látigo que despedazaría la piel de su espalda, la corona que se clavaría en su sien y los clavos que triturarían sus extremidades. Pero, sobre todo, le dejó oler “la copa de la ira”, un símbolo profético del juicio de Dios contra el pecado, que Jesús debería beber en esa cruz si quería reconciliarnos. Lo que estoy intentando transmitirte es que el amor no versa sobre sentimentalismo, sino que se trata de tomar una decisión. Amor liquido brotó a través de la piel de Jesús en forma de grandes gotas de sangre, y esas gotas regaron nuestra relación marchita. Por lo tanto, si te propones amar como Jesús lo hizo, ayudada por el Espíritu de Cristo en ti, salvarás una relación. Lo que quiero decir es que amar no puede ser simplemente un sentimiento. Amar es una acción. Y si es una acción, tenemos poder para decidir hacerlo o no hacerlo. Aunque amar no siempre te guste, aunque no siempre sientas hacerlo, es una acción tan poderosa que puede transformarte y transformarlo todo a tu alrededor. No existe una encomienda más grandiosa y que te dé mas sentido que amar de verdad, aunque suponga algún tipo de sacrificio, porque fuiste creada para esto. 

                                                    Octubre 26, 2020

El temor ataca a todos. Es la forma en que el enemigo nos atormenta y nos impide disfrutar la vida que Jesús nos otorgó por medio de su muerte. Si aceptamos los miedos que el enemigo ofrece y los vociferamos, le abrimos la puerta al enemigo y le cerramos la puerta a Dios. Debemos aprender, como David y el escritor de Hebreos, a confesar audazmente que Dios es nuestro ayudador, nuestro refugio y nuestra fortaleza. El enemigo busca debilitarnos a través del temor, pero Dios nos fortalece cuando tenemos comunión con Él en oración. La Biblia nos enseña a velar y orar: “Velad y orad, para que no entres en la tentación, el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). La principal referencia de este pasaje es prestar atención a nosotras mismas y al ataque que el enemigo lanza contra nuestra mente y nuestras emociones.  Cuando esos ataques son detectados, debemos orar inmediatamente. Debemos recordar que cuando oramos ese poder es liberado en contra del enemigo, no cuando pensamos que después oraremos. Vela y ora por todo. Creo que encontrarás que esta decisión es la que produce mayor gozo y paz en tu diario vivir. Si alguna vez vamos a tener verdadera victoria contra el enemigo, debemos resistirlo en oración y con fe. 

Así que podemos decir con toda confianza: “El Señor es quien me ayuda, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal? Hebreos 13:6

                                                    Octubre 12, 2020  

Nosotras corremos el peligro de pensar que no tenemos ídolos, pero la verdad es que un ídolo también puede ser las personas o los objetos, cualquier cosa que ocupa el lugar de Dios, lo que suplen faltantes, es decir, aquellos a los que recurrimos en busca de importancia, amor y hasta realización. Puede ser que Dios sea la fuente de nuestra felicidad, lo reconozcamos como nuestro proveedor, y la razón y el centro de nuestra vida, pero, poco a poco y a veces formas imperceptibles, permitimos que un novio, una amiga, un trabajo, un deporte, el dinero o cualquier persona, animal o cosa se vuelvan la fuente de nuestra felicidad. Cuando acudimos a personas antes qué a Dios, y necesitamos de ellas para sentirnos seguras y completas, probablemente estamos ante un caso de idolatría contemporánea. Lo curioso es que los ídolos no solo son personas que amamos, sino que odiamos. Cuando permitimos que la ira, la amargura, o el resentimiento en contra de alguien se apoderen de nuestro corazón, nos obsesionamos tanto en contra de esa persona que se convierte en el centro de nuestra vida, de nuestros pensamientos y de nuestras conversaciones, es decir, un ídolo. Un ídolo es también aquello que nos distrae en medio de la adoración y nos impide ver a Dios. Ya lo dijo él en su palabra: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Exódo 20:3)

                                                        Septiembre 28, 2020

Una de las maneras favoritas de proyectar una imagen, son las redes sociales de internet. Nos ha dado la oportunidad de crearnos un personaje público que presentar al mundo. En realidad, internet no se creó para ser una red de ordenadores, sino una red de personas. Entonces no es casualidad que en Facebook tengamos un muro y en Instagram tengamos filtros. Demasiadas veces la vida pública, dentro y fuera de la red, es actuación. Existe un programa de televisión de mucho éxito que se llama La Voz en donde los concursantes realizan una audición frente a un jurado para demostrar su habilidad para cantar. El concursante sube al escenario, pero la peculiaridad es que delante de él hay tres sillones dados vuelta donde están sentados los jueces. El juez no puede ver al concursante, solo puede escuchar su voz. Durante el minuto que dura la audición, el concursante debe mostrar todo el potencial de su voz, con la esperanza de que al menos uno de los jueces pulse el botón que tiene en su sillón y sé de la vuelta. Esa es la señal de que empieza a formar parte del concurso. En cierto modo, nuestra generación padece este síndrome, queremos ser dignos de que alguien “pulse el botón”, queremos que alguien nos valide. Deseamos ser aprobados. Probablemente, porque la aprobación es un alivio para el dolor. Somos tan frágiles, aunque queremos aparentar lo contrario. Cada vez que alguien pulsa ese botón, cuando hace doble clic sobre el selfie en Instagram, le da un “me gusta” a la frase en Twitter o comenta algo en la publicación de Facebook, literalmente, le da un golpe de aprobación al alma. Es súper adictivo. Por lo tanto, no te esfuerces aún mejor, en ser más guapa, en mostrarte feliz, o cualquier otra cosa que puedas proyectar desde el escenario, con el fin de que alguien pulse el botón. Créeme, si vives para la aprobación de las personas, un día te deprimirás por su rechazo. Y mientras tanto, aquel que ya pulsó el botón a tu favor, no en un cómodo sillón sino en la cruz, aquel que hizo sonar por ti, no una campaña, sino los clavos que le sujetaron al madero con cada martillazo. “Tu amado Jesús” Ni un millón de “likes” pueden igualarse a eso.  

                                              Septiembre 14, 2020

Enamorarse de un valiente no significa buscar a un hombre perfecto, ya que cada persona se casa con un pecador, sin embargo, 1 Juan 4:15-16 dice: Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. Una persona “perfeccionada a través del amor de Dios”, ama con hechos y en verdad, no solo con palabras, esa es la clase de amor que toda mujer desea. El amor perfecto no se queda en las ramas, es un amor que da frutos, que va más del deseo y se completa, es decir, se perfecciona en una acción. Entonces, lo primero que debes haces es asegurarte de que ama a Dios más que a ti. Él debe preferirlo a Él por encima de ti porque de lo contrario estará esperando validación de ti. Un hombre inseguro es lo último que una mujer quiere tener, ya que generalmente, tiene baja autoestima, lo que representa una pobre valoración de sí mismo. Fuiste diseñada por Dios para ser rescatada y protegida, así que necesitas un guerrero. Dios diseñó a los hombres para ofrecer su fuerza, una misión que involucra y trasciende al hogar y la familia.

                                           Agosto 31, 2020

No formalices una relación con alguien a quien no conoces bien. Hay muchos hombres que viven una doble vida. puede que él esté saliendo con alguien más incluso que esté casado, y al mismo tiempo salga contigo. En este tiempo las redes sociales son una manera sencilla de conocer nuevas personas en la búsqueda de la pareja sentimental, y para algunas personas se ha convertido en el método favorito por su facilidad y esa aparente sensación de seguridad, ¡Cuidado! Hay muchos mentirosos e impostores en las redes sociales. Tómate el tiempo necesario para conocerlo y establecer primero una amistad.

Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará, no los reprenderá por pedirla. Santiago 1:5

                                                Agosto 17,  2020

La opinión de Dios es la única que necesitas. Si estás saliendo con alguien o estás pidiéndole al Señor conocer a alguien, escucha lo que Él dice, no lo que las personas dicen. No todo el que trata de imponernos su opinión lo hace con un propósito malo. Siempre hay amigos bien intencionados que insisten en que sigamos sus consejos. Tu prioridad debe ser mantener una buena conciencia delante de Dios, no complacer a los hombres. (1 Timoteo 1:5). Para que nuestras decisiones honren a Dios, debemos solicitarle su ayuda. 

“No hay sabiduría humana ni entendimiento ni proyecto que puedan hacerle frente al Señor” (Proverbios 21:30-31) (Ver Santiago 1:5)

                                           Agosto 13, 2020

Quizá no todas han tenido un padre terrenal, o tuvieron un padre pasivo y ausente que nunca afirmó tu feminidad, yo quiero que sepas que tu padre terrenal puedo haberse marchado de casa hace mucho tiempo, pero Dios toma esa función paternal que le pertenece primeramente a él. Todas tenemos un Padre celestial que nos dirá: “Enamórate de alguien que te ame tanto como Yo”. El amor de Dios es tan grande, que aún tiene contados los cabellos de tu cabeza, siempre serás “su pequeña”. Él siempre te dirá: “Ante mis ojos eres preciosa y digna de honra, no te conformes con menos de lo que yo tengo para ti”. Él quiere que sus hijas sean bendecidas con un hombre que las valore y que las ame como Él las ama. Al momento de abrir y entregar tu corazón, hazlo sabiendo que quien estará a tu lado es un hombre que sabrá no solo amarte, sino también apreciarte por la grandiosa mujer que eres. Recuerda, que cualquiera puede pronunciar un “te amo”, pero pocos han de saber demostrarlo, por eso, enamórate de un hombre que te lo demuestre cada día, inclusive con pequeños detalles y en los sinceros: “te quiero”. Un hombre que te haga sentir que tú eres su mundo entero. Enamórate de un verdadero hombre, para lo cual tú seas la única mujer. Un hombre que te ame tanto como Dios.